martes, 16 de octubre de 2007

LOS CAMPANILLEROS SIGUEN EN GALAROZA




Galaroza es pueblo de tradiciones. Los cachoneros tienen a gala la lucha por el mantenimiento y recuperación de aquellas actividades tradicionales que se recuerdan con cariño y que congregaban a la población en torno a una fiesta o una celebración.

Una de ellas es la de los Campanilleros, rondalla que surcaban las empedradas calles de Galaroza a principios del mes de octubre con sus cantes y sus instrumentos típicos. Esta celebración estaba vinculada con la festividad del Rosario y había caído en desuso, aunque siempre era recordada a través de cánticos y letrillas no olvidadas.

Desde hace unos años, el Coro Nuestra Señora del Carmen ha rescatado esta tradición y la ha mantenido con un elevado nivel de prestigio. Es este grupo el que ha recogido el testigo de personas individuales que se juntaban esporádicamente y que intentaban que no se perdiera la actividad. Ahora se ensaya previamente y se lleva un guión bien diseñado.

Esta preparación no les ha ahorrado un sobreesfuerzo este año, ya que han tenido que emplear dos fines de semana para recorrer el pueblo y sus pedanías. Comenzaron su periplo por la aldea de Navahermosa, lugar idóneo por su vinculación con la fiesta de los campanilleros por ser la vírgen del Rosario la patrona de esta localidad. Y la han continuado este fin de semana con un recorrido por todas las calles de Galaroza que se inició a la 1 y media de la noche, tal como reza la famosa copla, para terminarla al amanecer.

En este andar las calles cachoneras se encontraron con los habituales vecinos que abrían sus casas de par en par a pesar de la hora intempestiva para ofrecerles un dulce y un licor.

Entre lo más colorido de este año se puede destacar el mantenimiento de instrumentos específicos para la ocasión, ya que además de guitarras y bandurrias, se pudieron escuchar los sonidos del triángulo, la botella de anís, el almirez, las campanillas, el pandero, la esquila o la cántara que recibía los zapatazos de la alpargata.

El Coro Ntra. Sra. Del Carmen ha tomado con fuerza estas coplas de campanilleros, hasta el punto de incluirlas como base fundamental de un disco que han grabado recientemente, y que ha obtenido un gran éxito entre la población. Una prueba de esta firmeza es la creación de canciones de temática expresamente cachonera que interpretan con las músicas propias de estas fechas, y el rescate de otras canciones propias que este coro denomina como “de estilo antiguo”.

Las canciones de los campanilleros no están pensadas para cantarlas todas juntas ni en el mismo lugar, por lo que en cada parada se iban seleccionando las más apropiadas. Este año el caminar de la rondalla les ha llevado a lugares tan emblemáticos con La Era, donde la magia del sitio ha envuelto los acordes de los cánticos y de las músicas.

La tradición habla de una celebración religiosa vinculada a los conventos y monasterios pero que posteriormente traspasó los muros eclesiásticos y fue acogida por el pueblo en sus celebraciones en honor de la Vírgen del Rosario.

Todos los cachoneros recuerdan letras como “Cuando vino Felipe el segundo…”, que alude a la Peña de Arias Montano, o “450 escalones tiene la escalera que vamos a subir…”, canciones que forman parte ya del acervo popular cachonero y que se recuerdan en estos días gracias a la labor del Coro Ntra. Sra. Del Carmen.



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